miércoles, 18 de abril de 2012

De Chile, Lollapalooza y Arctic Monkeys...



Oh Santiago, ciudad que no me dejaba pensar claro. Ciudad que tanto me costó dejar cuando tuve que regresar a Lima hace 2 años. Ciudad a la que he podido volver en 2 oportunidades y que esta vez la encontré… igual. Igual pero distinta. No espero que me entiendan. Su gente va cambiando, para bien o para mal, pero la vibra de la ciudad es la misma. Me encanta. 




Fui hace casi 3 semanas para Lollapalooza. Mi segundo Lollapalooza. Todavía no asimilo lo que viví ya que tuve la "suerte" de ver en vivo a dos de mis bandas favoritas de toda la vida. Por eso no he podido escribir, no sé qué pensar aún. Poco a poco vuelven los recuerdos y digo "de verdad estuve ahí, de verdad los vi y ya pasó". Para mí la música es algo que me pega muy fuerte, significa demasiado y poder vivir esta experiencia es alucinante. En serio, a-lu-ci-nan-te. Tengo amigos que siendo 100% sinceros, saben que lo más probable es que ellos tengan que viajar (mucho más lejos de lo que viajé yo) a ver a sus bandas favoritas. Amigos que no pueden hacer eso y no saben si algún día los verán tocar en vivo. Eso puede ser bastante triste. Yo, por vivir en Santiago tantos años y por viajar de vuelta por mis bandas (y mis amigos y la ciudad) he podido escuchar en vivo (entre muchas otras) a CUATRO de mis bandas favoritas. De mi Top 5. No tengo idea si puedan entender lo que eso significa.




Hay gente que ni loca gastaría tiempo y dinero en viajar a otro país para ver una banda que le gusta. Digo "suerte" porque compré la entrada (súper barata) cuando aún no tiraban el Line Up. No sabía quien estaría pero igual lo vi como una excusa para volver a Chile. Total, si de verdad no me gustaba el Line Up, re-vendía la entrada e igual me iba a dar vueltas por allá. 




Imagínense mi cara cuando me enteré del Line Up. De ahí yo no la pensé. Ahorré y ahorré. Tuve algo de nervios al comprar por segunda vez ese pasaje ya que poco a poco este "sueño" se iba volviendo realidad. Es más, días antes del viaje me sentí "culpable", porque yo aún soy estudiante y estaría perdiendo clases de una carrera que amo. En serio sentí remordimiento. No me iba a detener, pero hizo que en un principio todo fuese un poco agrio. Pero luego de una conversa conmigo misma me di cuenta de lo que estaba pasando, hice paz con eso y seguí. Y me fui. Vi, escuché, bailé, canté, salté y grité con mi banda favorita. Con mi banda favorita. No podía dejar de sonreír. Sigo sonriendo. 




Toda la semana siguiente anduve indiferente con ese tema. Aún no entiendo qué me pasó. No procesaba, mucha gente estaba explotando de emoción pero conmigo no fue. Pensé que fue por el hecho de "no recibir el abrazo post-concierto" algo típico después un concierto de una banda importante para uno (lo vi luego de que un grupo de fanáticos de Chino Moreno lo conociera...he tenido ese abrazo antes, pero esta vez no pasó). Pasaron los días y en mi segundo y último fin de semana del viaje, lo sentí. Los vi en vivo. De verdad tocaron ESE tema, sin alteraciones. De verdad ocurrió. Alex hizo todos sus trucos aunque parezcan ya robóticos. Ese bajo. Por fin, esto no fue algo que mi imaginación creó. Ya no estaba jugando a cómo iba a reaccionar. Si ocurrió y aún no lo creo. Todavía es extraño hablar de eso, pero es inevitable sonreír cada vez que lo recuerdo. Sigo sonriendo.





ps. En el próximo update: más Lollapalooza, StreetStyle (siii) y cositas que traje de Santiago. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario